Un rebaño sin pastor

Cuando un grupo (piara me parece "mu" fuerte), se queda sin la diestra dirección del pastor, bien sea automático ó de carne y hueso con la ayuda de un buen y abnegado can, el hato campa a su antojo y se pierde la disciplina necesaria para el buen funcionamiento del tropel. El amigo lerisal, experto en estas lides, puede dar fé de ello. Para subsanar cuanto antes la citada deficiencia, propongo demandar la vuelta urgente del pastor jefe a fin de recuperar la lusión en el proyecto emprendido. Atentamente.